Sueños, la herramienta del subconsciente

Todavía hoy las incógnitas y teorías que produce la existencia de los sueños son muchas. Dos de esas incógnitas son:

• Su función biológica.
• La interpretación que podemos hacer de ellos.

Para ayudar a solucionar todas esas incógnitas hasta ahora se han desarrollado varias técnicas científicas como el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG), que permiten recaudar información sobre nuestro comportamiento mientras dormimos. Gracias a ellos podemos distinguir algunas fases y estados por los que el ser humano pasa cuando duerme. Esencialmente se distinguen 2 estados:

• Sueño No REM (sin movimientos oculares rápidos). Que a su vez se divide en 4 fases:
  
  
  
  • Fase 1 (sueño ligero). Es la transición desde la vigilia al sueño. Los ojos tienen movimientos lentos "en balancín".
  • Fase 2. Deja de haber actividad ocular.
  • Fase 3.Comienza el sueño profundo.
  • Fase 4. Es la fase de mayor profundidad mientras dormimos.
• Sueño REM (con movimientos oculares rápidos). Conocido también como "sueño paradójico", desincronizado o sueño D. Se caracteriza por dar resultados parecidos a la Fase 1 del No REM en las exploraciones. El EOG da muestras de movimientos oculares rápidos, similares a las que se observan cuando la persona en cuestión permanece despierta y con los ojos abiertos.

¿Por qué soñamos?

Gracias al estudio de los estados mencionados y a su comparación con el comportamiento cerebral cuando estamos despiertos, la ciencia moderna proponen que el cerebro es un generador de estados oníricos. Es decir, que genera constantemente confusiones (especialmente caracterizadas por alucinaciones visuales), mezclando la consciencia y la realidad. Esto ocurre constantemente, (aunque nuestra percepción normal no nos permita notarlo).

Se ha comprobado que durante el sueño, cuando se activan regiones del cerebro implicadas en el mismo, se desencadena información que el propio cerebro trata de ordenar a través de un proceso fisiológico en el que células nerviosas del bulbo raquídeo (llamadas pons) se vuelven 40 veces más activas. Se propone que dichas células son las responsables de iniciar las imágenes oníricas (debido a que activan los centros visuales del cerebro) y el sueño REM.

Cuando una persona está despierta los movimientos de los ojos están totalmente controlados por partes del cerebro más evolucionadas que el bulbo raquídeo (y sus pons). Sin embargo, bajo el sueño, la información de movimientos oculares que llega hasta los centros encargados de la visión es transmitida por las células nerviosas del pontino (región del cerebro que se activa al iniciar el descanso). Es por eso que se cree que las imágenes de los sueños (y las alucinaciones) pueden estar generadas en dicha zona cerebral.

Puesto que el pontino es estimulado por multitud de funciones biológicas, durante un sueño la información generada allí en ocasiones es incoherente para el sistema cerebral que debe tratar de ordenarla. Por eso tras despertarnos muchas veces percibimos nuestros sueños como absurdos.

¿Para qué soñamos?

Podemos llegar a la conclusión de que el sueño es una forma de ordenar información, como una función biológica que intenta otorgar sentido a esa fuente de información incoherente procedente del pontino.

También existe una hipótesis de que, el sueño participa en la consolidación de la memoria reciente, es decir ayuda a memorizar aquello que nos ocurrió recientemente mientras estábamos despiertos. Esta hipótesis ha sido investigada mediante cuatro paradigmas:

• Efectos de la privación del sueño sobre la consolidación de recuerdos.
• Efectos del aprendizaje sobre el sueño post-entrenamiento.
• Efectos de la estimulación durante el sueño sobre los patrones de sueño y sobre la memoria.
• Re-expresión de los patrones de comportamiento específico neuronal durante el sueño post-entrenamiento.

Algunos de estos estudios confirman la idea de que el sueño está profundamente implicado en las funciones de la memoria en humanos y animales. Sin embargo, los datos disponibles aún son demasiado escasos y en ocasiones contradictorios. Por otra parte, no se ha encontrado ninguna correlación entre la cantidad de sueño que se registra en una especie y su capacidad intelectual; si el sueño sirviera para consolidar la memoria, un gato que duerme 16 horas diarias debería tener una memoria prodigiosa, superior a la de un ser humano que sólo duerme ocho horas. También, personas que no presentan sueño MOR (por ejemplo, por lesiones traumáticas, o por consumo de fármacos) no tienen ningún problema en consolidar sus aprendizajes.

Otros estudios más recientes comparan el proceso de ordenamiento de la memoria durante el sueño con el proceso de desfragmentación de la memoria de una computadora con el objetivo de mantenimiento y economía de recursos, para prepararnos para una mejor disponibilidad operativa de la memoria durante los momentos de mayor utilidad (al estar despierto o en actividad).

Desde el punto de vista emocional, gracias a Freud, y a su Psicoanálisis, también se da importancia en el desarrollo personal de cada uno, al necesitarlos para liberar las emociones reprimidas y nuestras pasiones ocultas.

¿Cómo interpretarlos?

Según la mayoría, los sueños son la puerta a nuestro subconsciente y distinguen:

• El contenido manifiesto. Que es la historia o sucesos tal como el soñante los vive. Los procesos de elaboración onírica lo crean mezclando las experiencias cotidianas y los deseos reprimidos.
• El contenido latente. Es el significado "verdadero" del sueño. Depende de la interpretación dada (por el soñante, o por psicoanalistas,...).

Como ya hemos visto anteriormente, durante el sueño, nuestra mente sigue funcionando y representando el mundo que nos rodea. Y para ello sigue utilizando los mismos instrumentos que emplea cuando estamos despiertos: sensaciones, emociones, palabras, imágenes,...

Todos esos instrumentos influyen durante la producción de nuestros sueños y por eso podemos hacer una interpretación de lo que soñamos atendiendo a esas sensaciones y emociones que tuvimos durante la vigilia. Por ejemplo:

• Cualquier sueño que nos produzca una angustia terrible delatará la tensión nerviosa que vivimos y acumulamos a diario.
• Si nos vemos en una calle o un lugar concurrido, donde nos cruzamos con otras personas que ni nos miran, y nos sentimos aislados, será un claro reflejo de alguna situación que hayamos o estemos pasando actualmente, y en la que nos sentimos desamparados.
• ...

Algo que nos puede impactar es el hecho de que existan sueños comunes, que hemos tenido todos en alguna ocasión (como el de volar, o el de caer,...) y que además mantienen el mismo significado para todos. Es decir, expresan sensaciones y emociones comunes a todos los seres humanos (volar = Necesidad de libertad; caer = miedo a perder nuestro posición actual).

Esto no es tan raro si tenemos en cuenta las analogías físicas que tenemos todos. Hasta donde se ha podido probar todos los cerebros humanos funcionan de manera similar y son estimulados de manera análoga (mismas hormonas estimuladoras: endorfinas, serotoninas,...). Por no mencionar que todos tienen un orígen evolutivo común.

Sin embargo, largos estudios han demostrado que a pesar de haber grandes similitudes entre sueños de diferentes personas, para una correcta interpretación cada sueño debe ser desglosado en partes, estudiando éstas por separado y llegando luego a una interpretación final.

En la actualidad ya existen largas bases de datos donde encontrar significados ocultos en multitud de componentes oníricos. La utilidad que podemos obtener de los mismos es una ayuda a encontrar esas sensaciones y emociones reprimidas en nuestro subcosciente, las cuales afectan a nuestra vida y sin embargo no percibimos totalmente.


Salu2,
elSant0

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